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Tratamiento de residuos

Mecánico-biológico (TMB)

Valoriza Tratamientos

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Lugares

Hornillos, Mataró , Butarque , Jorba, Viladecans, Guadalete, Chiloeches, Vitoria

#tratamientos #residuos

Hornillos

El tratamiento mecánico-biológico (TMB) es una tecnología avanzada que combina procesos físicos y biológicos para tratar residuos con un alto contenido de materia orgánica.

Este método tiene como objetivo principal la separación de materiales valorizables y la estabilización de la materia orgánica, transformándola en compost o biogás para su aprovechamiento energético. Las instalaciones TMB, como la de Hornillos, ubicada en Quart de Poblet (Valencia), permiten reducir el volumen de residuos destinados a vertederos, mejorar la recuperación de materiales reciclables y minimizar el impacto ambiental de la gestión de residuos urbanos.

La Planta de Tratamiento Mecánico-Biológico de RSU Mixtos Hornillos, gestionada por Valoriza, es un ejemplo de eficiencia y sostenibilidad en la gestión de residuos. Esta planta, que inició sus trabajos en 2005, cuenta con cuatro líneas de separación para residuos sólidos urbanos (RSU) y una línea específica para residuos médicos. Con una capacidad de tratamiento de 400.000 toneladas al año, la planta logra reciclar 25.000 toneladas de material y producir 35.000 toneladas de compost anualmente. Su tecnología avanzada incluye procesos de fermentación en túneles cerrados y un parque de maduración automático, lo que garantiza un tratamiento eficaz y controlado de los residuos. 

Incineradora
Mataró

La incineración de residuos es un proceso mediante el cual se someten a combustión controlada, a temperaturas elevadas, los materiales no reciclables de la fracción rechazo.

 Este método asegura la completa oxidación de los residuos en un ambiente con exceso de oxígeno, alcanzando temperaturas que oscilan entre los 900°C y 1200°C. La incineración no solo reduce significativamente el volumen de residuos, sino que también genera subproductos útiles como gases de combustión y residuos sólidos que pueden aprovecharse energéticamente. Este proceso permite transformar el calor generado en energía térmica y eléctrica, contribuyendo a la eficiencia energética y la gestión sostenible de residuos.

Un ejemplo destacado de la aplicación de este proceso es la planta de tratamiento mecánico y biológico (MBT) con conversión de residuos en energía situada en Mataró, Barcelona, gestionada por Valoriza. Esta planta, con una potencia nominal de 12 MW, ha sido diseñada para la valorización energética de residuos sólidos urbanos del Maresme. Puesta en marcha en 2010, la planta no solo procesa residuos mediante compostaje y digestión anaeróbica, sino que también garantiza el cumplimiento de la directiva UE 2000/76/CE para la incineración de residuos. Con una capacidad para reciclar 16.000 toneladas de material al año y producir 27.000 toneladas de compost, la instalación genera anualmente 96 GWhe de energía por tratamiento térmico y 13 GWhe mediante digestión anaeróbica, contribuyendo significativamente a la sostenibilidad energética y medioambiental. 

Secado térmico
Butarque

El secado térmico es una técnica avanzada de tratamiento de lodos y fangos que se aplica en las últimas etapas de la depuración de aguas residuales.

Este proceso se utiliza en las plantas de tratamiento de aguas para eliminar, mediante altas temperaturas y evaporación, la mayor cantidad posible de agua contenida en los lodos deshidratados. Durante el secado térmico, el agua libre y una parte del agua capilar son removidas, aunque la extracción del agua intracelular y molecular resulta más compleja y demanda una mayor cantidad de energía. Este método permite reducir significativamente el volumen de lodos, dejándolos con un contenido de humedad muy bajo, generalmente entre el 1% y el 3%.

Un ejemplo destacado de esta tecnología es la planta de secado térmico de lodos de Butarque, situada en Madrid, España. Esta planta cuenta con dos líneas de secado por convección indirecta y condensación total, y ha estado en funcionamiento desde abril de 2003. Con una capacidad de evaporación de 110.000 toneladas de lodos deshidratados al año, la planta puede producir hasta 28.300 toneladas anuales de biosólidos secos con un 90% de materia seca. Esta instalación, equipada con tres motores de gas natural que suman una potencia instalada de 18 MW, representa un avance significativo en la gestión de residuos de depuración, contribuyendo a la sostenibilidad y eficiencia del tratamiento de aguas residuales.

Compostaje
Jorba

Las plantas de compostaje son instalaciones especializadas en el reciclaje de residuos orgánicos mediante un tratamiento biológico que produce compost o abono orgánico.

Este proceso, que se realiza a través de la descomposición aeróbica (en presencia de oxígeno), permite transformar restos vegetales, restos de alimentos, purines, y excrementos de animales en un fertilizante natural. El compostaje es un proceso natural que involucra la actividad de hongos, bacterias, protozoos y rotíferos, en condiciones controladas de temperatura, humedad y oxígeno.

En la planta de compostaje de Jorba (Cataluña), se lleva a cabo este proceso mediante la formación de pilas de compost de unos dos metros de altura, las cuales se voltean y humedecen regularmente para mantener las condiciones óptimas, contribuyendo así de manera significativa a la economía circular.

Transferencia
Viladecans

Una planta de transferencia es una instalación esencial en la gestión eficiente de residuos.

Donde los vehículos recolectores descargan sus contenidos en otros vehículos especialmente diseñados para transportar estos desechos a los centros de tratamiento o depósito final. Estas instalaciones optimizan el transporte de residuos al permitir que los vehículos recolectores, que tienen capacidades limitadas, transfieran su carga a vehículos más grandes y adecuados para largas distancias, mejorando así la eficiencia y reduciendo el desgaste del parque vehicular.

La instalación de plantas de transferencia implica una notable mejora medioambiental y económica. Estas plantas están estratégicamente ubicadas para garantizar la máxima utilización y minimizar el deterioro de los vehículos, optimizando tiempos y movimientos en el proceso de recolección.

Lodos
Guadalete

Las plantas de tratamiento de lodos, como la planta de Guadalete (Jerez), desempeñan un papel crucial en la gestión y tratamiento de los lodos generados en las plantas de tratamiento de aguas residuales.

Durante las fases primaria, secundaria y terciaria del tratamiento de aguas, se emplean procesos físicos, químicos y biológicos para separar y tratar los lodos, que contienen sustancias contaminantes y potencialmente peligrosas. En la fase primaria, se eliminan componentes flotantes, basura y arena del flujo de agua servida, mientras que, en las fases subsiguientes, se asegura la estabilización, espesamiento y desinfección de los lodos antes de su disposición final.

En la planta de tratamiento de lodos de Guadalete, se lleva a cabo un proceso integral de estabilización y compostaje, que permite transformar los lodos en compost utilizable como fertilizante en el sector agrícola. Esta planta, que comenzó a operar en marzo de 1994, tiene una capacidad de producción de 50.000 toneladas de lodos anualmente y produce aproximadamente 10.000 toneladas de compost al año. La operación de esta planta no solo contribuye a la gestión segura y eficiente de los lodos, sino que también promueve prácticas sostenibles al convertir un residuo potencialmente peligroso en un recurso valioso para la agricultura.

Neumáticos
Chiloeches

Las plantas de tratamiento de neumáticos, como la ubicada en Chiloeches, Guadalajara, juegan un papel fundamental en la gestión y valorización de neumáticos fuera de uso.

Estos neumáticos, que no son aptos para su reutilización directa, deben ser procesados para recuperar materiales valiosos o para ser utilizados como combustible en procesos industriales. El tratamiento de los neumáticos incluye diversas etapas de trituración, que permiten reducir su tamaño y separar componentes como el acero y el textil, obteniendo productos útiles como el caucho reciclado.

En la planta de Chiloeches se lleva a cabo un proceso completo de reciclaje que incluye trituración primaria y secundaria, y granulación. Esta planta, que comenzó a operar en julio de 2009, tiene la capacidad de procesar hasta 30.000 toneladas de neumáticos al año. El caucho obtenido se utiliza en aplicaciones variadas, desde materiales de construcción y recubrimientos para superficies deportivas hasta la fabricación de asfalto modificado con goma, que ofrece ventajas térmicas y económicas significativas. La planta de Chiloeches no solo contribuye a la reducción de residuos y a la mitigación de problemas ambientales asociados con el almacenamiento inadecuado de neumáticos, sino que también fomenta la economía circular mediante la transformación de desechos en recursos útiles.

Residuos
Vitoria.

La planta de tratamiento de residuos de construcción y demolición (RCD) en Gardelegui, Vitoria, se especializa en el reciclaje de materiales de construcción y demolición.

El proceso incluye la trituración de residuos de madera, separación de metales, junto con la clasificación y almacenamiento de residuos para su posterior tratamiento. La planta también realiza la recuperación de áridos mediante procesos de cribado y limpieza, y almacena los materiales reciclados para su envío a instalaciones especializadas.

Con una capacidad de 300.000 toneladas al año, la planta de Gardelegui es crucial para promover el reciclaje y la reutilización de materiales en la construcción, evitando que grandes cantidades de este tipo de residuos acaben en los vertederos. La instalación operada por Valoriza no solo reduce el impacto ambiental, sino que también impulsa la economía circular, asegurando que los recursos se utilicen de manera eficiente y sostenible.